Adiós: «Adiós, dueño mío», de María de Zayas (versión de Emilio Hernández y Magüi Mira)

Anna de Lekerika.

El pasado 28 de enero en el teatro Talía de Valencia se representó la obra Adiós dueño mío o la Traición en la amistad de la autora María de Zayas Sotomayor (1590-1647). La obra del Siglo de Oro se mezcló con elementos contemporáneos, creando así una unión única. El montaje escénico tuvo como directora a Magüi Mira, actriz, directora y dramaturga que lleva más de 40 años luchando por la igualdad y la visibilidad de las mujeres en la cultura española.

La única obra teatral de Zayas, La traición de la amistad, se observa la estructura prototípica de las comedias españolas del siglo XVII, ya que la obra está dividida en tres actos y encaja dentro de las llamadas comedias de capa y espada. Este subgénero dramático del teatro clásico del Siglo de Oro recibe este nombre por “ser este el atuendo usual de los cabellos que protagonizaban- junto con las damas-” (Ferrer et al. 2015). El tema principal de estas obras es la acumulación de enredos amorosos entre los personajes. En la obra de Zayas la amistad entre todas las protagonistas pasa a ser el tema principal, pero está directamente relacionado con los altibajos amorosos y la inestabilidad, provocando entre las amigas un cúmulo de celos y problemas.

La obra presenta a cinco damas: Laura, Marcia, Fenosa, Belisa y Lucía y tres galanes: Gerardo, Liceo y Don Juan. Lo característico de este hecho en la representación es que solo había cinco actrices, entonces ¿cómo podían representar a los personajes masculinos? Utilizaron un recurso muy sencillo, una americana negra. Cuando los tres galanes entraban a escena, las actrices se ponían la prenda de ropa, cambiaban su tono de voz y actuaban parodiando los gestos y actitudes de los incansables galanes. Relacionado con el vestuario, las actrices no llevaban la ropa típica del Siglo de Oro, sino todo lo contrario. Todas ellas llevaban blusas coloridas de diversos colores y faldas plisadas. Además, lo combinaban, en ocasiones, con varios accesorios, como, por ejemplo, un bolso o unas gafas de sol. Pero había una cosa en común, el calzado. Unas botas militares granates que le daban un contraste al vestuario “femenino”.

En escena solo un sofá servía como cama, escondite o apoyo para el baile, porque lo más innovador fue que entre escena y escena hacían un espectáculo de baile con música de los años 50 o 60, que junto con las luces rojas daban un toque de sensualidad a todo el espectáculo. Por lo tanto, tanto la música como las luces ayudan a que el espectador se integre en la representación y, en este caso, se divierta. Además, hay que destacar que no solo utilizaban unas luces rojas entre escena y escena, sino también unas luces azules para representar las escenas en el prado, que junto a los sonidos de unas campanas y unos pájaros, daba una sensación de exterior. Pero sobre todo predominaba en casi todas las escenas una luz blanca tenue que junto a un poco de humo daba una percepción de nitidez.

La obra conservaba el texto original y, por lo tanto, el lenguaje de la época. Pero en ocasiones, sobre todo, el personaje de Lucía decía alguna expresión propia de la actualidad, e incluso, específica del valenciano, como por ejemplo, “hay re Déu”. Además, lo sorprendente y revolucionario es que la obra está contada desde el punto de vista femenino, por lo que, los celos, el amor y la amistad son sentimientos plausibles a lo largo de toda la obra: “su mirada sobre una realidad injusta para provocar la reflexión y el cuestionamiento de ciertas ideas establecidas sobre la mujer” (Ferrer et al. 2015). En esta obra las protagonistas no dependen ni de un padre, ni de un tío o de ninguna figura autoritaria masculina, sino que son ellas mismas las que deciden que hacer, sin depender de nadie, por lo que, se encargan de “restaurar la dignidad como personas, de reivindicar sus puntos de vista, su deseo de libertad a la hora de escoger marido” (Ferrer et al. 2015. p:18). Son ellas las que deciden cuándo, dónde y con quién.

Como bien dice Magüi Mira la libertad sexual, la libertad de amar no tiene que ver con los votos que uno da cuando se compromete, no hay que idealizar el amor, más bien representarlo como a veces actúa: contradicciones, frustraciones, desengaños. El ir y venir de un extremo a otro provoca una sensación de ingenuidad cuando uno está enamorado, porque se puede pensar que amar es el sentimiento más sencillo, pero en realidad, es mucho más complejo. Aún se complica más cuando las protagonistas sufren los vaivenes del amor, ya que buscan un amor sin dueños ni ataduras, donde sean ellas las que puedan obtener la misma libertad de amar o decidir que tiene un hombre. “El patriarcado y clero masculino dominante no habrían aceptado que su lucha valiente por la libertad amatoria de la mujer […] se presentara en carne viva” (Magüi Mira, 2023).

María de Zayas fue una autora que gracias a sus obras plasmó la necesidad de reconocer el valor de las mujeres en la sociedad y cuestionar los discursos y comportamientos de los valores patriarcales. Por ello, reivindicación, protesta y progreso son las bases esenciales de las obras de la autora y pone, además, en evidencia las carencias y desigualdades de una sociedad que sometía a las mujeres.

Es esencial la lectura y la representación de estas obras, porque desgraciadamente aún hay muchos discursos que argumentan que las mujeres debemos dedicarnos a dos cosas esenciales: la casa y la familia. Amar a quién queramos y tener libertad sexual no debería ser un tabú o un pecado, sino, como expone Zayas, un derecho. Gracias a autoras como María de Zayas y a sus obras contribuyeron a dejar una huella no solo en la literatura española, sino que otorgaron y dieron valor a todas las mujeres y a la representación amorosa.

Teatre Talía, del 18 de enero al 12 de febrero

Texto: María De Zayas; Dirección y dramaturgia: Magüi Mira; Versión: Emilio Hernández; Intérpretes: Marta Calabuig, Pilu Fontán, Rosana Martínez, Laura Valero, Silvia Valero.

Obra citada: (Ferrer Valls, T., Revenga Garcia, N., Badía Herrera, J., García Reidy, A., Candel Vila, X., Durá Celma, R., Garcia Mascarell, P., C. Souto, L., Romeu Guallart, L Ma., Maestre Urbano, C., Muñoz Pons, C. y Romeu Guallart, P. (2015). María de Zayas, la traición en la amistad. Universidad de Valencia).

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