La cárcel de los prejuicios: «La celta 39», de Carla Pérez Frías e Improvisional Teatre

Alba Molins Grimaltos.

La obra que vamos a reseñar es La celda 39, una composición teatral no muy extensa, de una duración aproximada de 35 minutos. Concretamente hablaremos de la representación que tuvo lugar el 19 de diciembre de 2023 a las 19 h en la Sala Palmireno situada en la Facultad de Geografía e Historia de la Universitat de València. La escritora de la obra es una estudiante universitaria del grado de Estudios Hispánicos: Lengua Española y sus Literaturas, Carla Pérez Frías, y los actores son el grupo teatral Improvisional, grup de teatre, conjunto que surgió en la asignatura de Textos teatrales contemporáneos impartida por el profesor Jesús Peris Llorca. Este grupo teatral está conformado por estudiantes universitarios de la Universitat de València que cada año se preparan para representar obras escritas por estudiantes universitarios para un público compuesto por los mismos.

Esta composición está constituida por seis personajes, de los cuales cinco son los protagonistas (Rapero, Cura, Manifestante, Rica e Inmigrante), que dan vida a personas que han sido encarceladas y se van a someter a un sorteo en el que serán los afortunados, y, deberán entre ellos, decidir cuál de los cinco abandonará la prisión, aspecto que desencadenará en un final abierto y con el truncamiento de la cuarta pared.

Un aspecto curioso que nos puede llamar la atención nada más encontrarnos con el escenario en el que tendrá lugar la obra es su sencilla escenografía, esta está compuesta por un único elemento, un banco, que representa el interior de una celda donde tendrá lugar toda la acción. A pesar de esto, la autora logra transmitir diferentes elementos y matices a los espectadores, como es la gran crítica social que muestra al dar vida a una serie de personajes que nos plantean una crítica de nuestra sociedad actual. Esto mismo lo podemos percibir en las figuras que protagonizan la obra, especialmente en personajes como el Rapero y la Rica.

Respecto al primero, el Rapero, vemos la convergencia con la figura de Pablo Rivadulla Duró, también conocido como Pablo Hasél. Pablo Hasél es un rapero que fue encarcelado en Lleida en el año 2021 tras considerarse que las letras de su rap eran de ofensa e insulto para la monarquía y de ensalzamiento del terrorismo, alusión que podemos ver de manera clara en la escena donde el personaje del Rapero, también llamado finalmente Rafa, explica que la causa de su ingreso en prisión se debe a una de sus letras: “RAPERO: Pues decía algo así como: Me cago en la calva del Presidente/ que es un tío poco decente/ le meto un codazo en la frente/ y del golpe le rompo los dientes”.

En lo referente a la figura de la Rica, nos encontramos una alusión un poco más laberíntica y enigmática que la anterior, pero podemos percatarnos cómo la autora nos deja entrever una alusión a la monarquía española, concretamente a la figura de la infanta Cristina. Esa referencia a la monarquía se nos muestra de diversas maneras, una de ellas es a través de la designación que le asigna la figura del Rapero a esta: “RAPERO: ¿Qué miras princesita?”. Además de ello, nos llama la atención la causa de encarcelamiento de la figura de la Rica, ya que esta se debe a una estafa a Hacienda ocasionada por el marido de esta, aspecto que podemos asociar y vincular con lo ocurrido a la infanta.

Por otro lado, centrándonos más en la trama en sí, podemos prestarle atención a la cuestión de los prejuicios y la evolución de los protagonistas que se contempla, por ejemplo, en la relación que se da entre los personajes tratados anteriormente (la Rica y el Rapero). El vínculo entre estos dos protagonistas evoluciona desde un inicio, puesto que la Rica muestra inicialmente un rechazo inminente ante la figura del Rapero que va cambiando ante la deconstrucción de los prejuicios que se van desarticulando conforme va avanzando la representación, ya que se da paso a un mayor conocimiento de la situación de cada personaje, exceptuando la figura del Cura. Mediante este último, el Cura, se plantea a los espectadores la misma situación que viven los personajes en su historia, es decir, se nos deja entrever en varias ocasiones la posible causa por la que esta figura es encarcelada, el abuso de menores, haciéndonos a los espectadores poseer prejuicios al igual que el resto de los personajes. De esta manera, entra en juego, a su vez, el tema de la confesión; el Cura es poseedor de todas las confesiones de sus compañeros de celda, mientras que él es el único que no confiesa, se ciñe a su puesto en la Iglesia y en la confianza en la que Dios lo sabe y lo perdona, aspecto que da pie a que antes de su confesión en la obra los espectadores creen ya tener certeza de por qué verdaderamente se encuentra ahí, la pederastia, creencia que da una vuelta completa cuando se nos es mostrada la verdadera causa.

Con esto, podemos percibir, tal como nos dice la autora, el objetivo de la obra: la desarticulación de los prejuicios de los espectadores que se reflejan en los personajes, logrando así un cambio de pensamiento y perspectiva sobre los protagonistas que se podía tener en un inicio.

En definitiva, bajo mi punto de vista se trata de una obra de breve extensión y de escenografía sencilla que logra transmitir la crítica insertada en la trama de los encarcelados hasta el punto de jugar con los propios espectadores, ya que logran vivir en su propia piel lo mismo que les ocurre a los protagonistas, es decir, se someten junto a ellos a la construcción de una serie de prejuicios que conforme va evolucionando la obra se van desarticulando dando paso a las verdaderas situaciones de cada uno de ellos.

Sala Palmireno, 19 de diciembre de 2023

Autora: Carla Pérez Frías; Directora: Carla Pérez Frías; Actores/Actrices: Elisa Zuluaga Buitrago, Gabriel Martínez Sevilla, Ana Sánchez Juanes, Marc Muñoz Madrigal, Juan Salvador Sánchez Simó y Danyil Pryn; Técnico de luces: Carla Pérez Frías.

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